Donald Trump tiene hoy un 59 por ciento de posibilidades de ganar la presidencia de Estados Unidos en las elecciones del 5 de noviembre, a juzgar por un modelo de pronósticos del diario The Hill y DDHQ.
El modelo, que se actualiza diariamente combinando los datos más recientes sobre encuestas y recaudación de fondos, da al actual presidente y candidato a la reelección, Joe Biden, un 41 por ciento de probabilidades de ganar un segundo chance en la oficina del Despacho Oval.
Para ganar la presidencia, un candidato debe obtener 270 de los 538 votos electorales disponibles, distribuidos entre los 50 estados y el Distrito de Columbia según su población.
Nebraska y Maine tienen sistemas únicos: otorgan dos votos electorales al ganador del voto popular a nivel estatal y distribuyen los votos restantes según los ganadores en cada distrito del Congreso.
Biden se encuentra actualmente en la cima de un cambio sísmico en las coaliciones de votación de los partidos políticos. Desafortunadamente, su índice de aprobación promedio por debajo del 38 por ciento es históricamente bajo para un presidente en este momento en un primer mandato, advirtió un artículo del periódico.
En 2020, el entonces candidato ganó a los votantes jóvenes por 25 puntos, pero ahora la desaprobación entre ese decisivo segmento está generalizada: él pierde entre los electores de 18 a 29 años y todos los menores de 45 años.
Para los críticos, la disidencia no es infundada, y no todos los jóvenes que se apartan del demócrata lo hacen debido al apoyo estadounidense a la guerra de Israel contra Hamas en Gaza, “sino porque más allá de los desafíos cognitivos personales de Biden, las políticas de su administración están teniendo consecuencias indefendibles”, señalan.
Los partidarios de Biden confían en el triunfo y alegan que ninguna de las cuestiones que se plantean es determinante porque palidecen en comparación con la “amenaza a la democracia” de Trump, eje sobre el cual se levanta la campaña del demócrata.
Hay que esperar. El enfrentamiento que se avecina en menos de cinco meses será una revancha de las elecciones presidenciales de 2020, en las que Biden buscará continuar su liderazgo (para terminar el trabajo, como refiere su slogan) y Trump aspirará a recuperar la presidencia (para hacer a América grande otra vez).
Biden derrotó a Trump en 2020, cambiando estados clave como Arizona, Georgia, Wisconsin, Pensilvania y Michigan. En 2024 la tarea es fuerte.
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