Una peculiar construcción se expande en el lenguaje comercial cubano de espacios virtuales como Revolico y grupos de Facebook, Telegram y WhatsApp destinados a la compra y venta de los más variados productos y servicios.
Se trata del empleo de la voz domicilio para referirse a la mensajería o entrega a domicilio, en diferentes combinaciones sintácticas.
Se la encuentra como sujeto oracional de oración copulativa (El domicilio es gratis…) o núcleo de una frase u oración unimembre nominal (Domicilio incluido, Domicilio por costo adicional, No domicilio…).
Suele también construirse con los verbos hacer, tener, haber, realizar u ofrecer en función de complemento directo o sujeto paciente: Hacemos domicilio, Se hacen domicilios, Tenemos domicilio, Hay domicilio, Se realiza domicilio, Ofrecemos domicilio…
Y a veces domicilio aparece como complemento de régimen del verbo contar: Contamos con domicilio.
Las expresiones tradicionales servicio a domicilio, venta a domicilio y entrega a domicilio han sufrido una reducción de sus constituyentes, de manera que sobrevive únicamente el que posee mayor interés en el contexto comunicativo concreto.
En consecuencia, la voz domicilio, por sí sola, entra en sinonimia con mensajería, voz utilizada en Cuba para referirse al servicio del mensajero, palabra que, a su vez, designaba en un inicio a la ‘persona que, a cambio de dinero, se encargaba de la distribución domiciliaria de víveres puestos a la venta en los comercios’ (Diccionario ejemplificado del español de Cuba), pero que luego extendió su aplicación a otros objetos de la esfera comercial (mensajero de los bancos de películas, por ejemplo).
Los nuevos usos de domicilio se corresponden con el fenómeno que algunos gramáticos llaman neología sintáctica, y otros, reducción, elipsis, acortamiento…, según la perspectiva desde la cual se analice.
Este cambio lingüístico originado en el espacio escrito digital quizá sea resultado del influjo de realizaciones semejantes en otras variedades nacionales del español americano. Una hipótesis que quedaría por comprobarse.
Vale señalar, por último, que los usos neológicos de domicilio conviven con expresiones tradicionales: La entrega a domicilio es gratis, Servicio a domicilio por un costo adicional, Brindamos servicio a domicilio, Contamos con mensajería, etc.
¿Será la neología sintáctica una forma alternante preferencial? En caso de serlo, ¿terminará desplazando totalmente a las variantes añejas? El tiempo dirá.
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