Todavía se sorprende cuando recuerda el día en que tomó la palabra frente al auditorio de la Asamblea Municipal de la FMC de Sancti Spíritus. Con solo 15 años, Lorena Rosibel Fontela Méndez se robó las ovaciones de sus compañeras.
«Opiné sobre cómo creo que debe ser la organización para que se parezca a las jóvenes de hoy. Al parecer, hasta las de mayor edad se sintieron identificadas porque me aplaudieron bastante», dice con la timidez colgada de una risa contagiosa.
Insiste la alumna de 10mo. grado en el Instituto Preuniversitario Urbano, Honorato del Castillo, de la Ciudad del Yayabo, que aprendió del concepto de Revolución expresado por el Comandante en Jefe Fidel Castro que a los cambios no se les puede temer.
«Como joven comprometida, seguidora del legado de nuestras Marianas, considero que sin olvidar las líneas que ellas nos trazaron y que son los sustentos de nuestra historia en la defensa de los derechos de las mujeres, sí hay que transformar el trabajo para que sea una organización atractiva y que sume a otras muchas más jóvenes.
«Para ello, tendremos que hacer actividades, donde se convoque a la juventud, incluso en estrechas alianzas con los movimientos y organizaciones juveniles. Que se nos pregunten más opiniones sobre los temas que hoy nos preocupan y se nos deje actuar y, por supuesto, llevar todo ese quehacer a las redes sociales, esos escenarios donde estamos prácticamente 24 horas».
El embarazo en la adolescencia —en aumento en Sancti Spíritus— es uno de los tópicos que le preocupa a Lorena Rosibel Fontela. Dialogó al respecto, durante un evento nacional mientras cursaba la secundaria básica Ernesto Valdés, donde fue elegida la representante del Frente Juvenil Femenino FMC Contigo, en el municipio de Sancti Spíritus.
«Ahí se agrupan las adolescentes que arriban a la organización con 14 años. Muchas llegan sin conocer qué es la FMC. Solo la conocen por la señora que toca la puerta de nuestras casas para cobrar la cotización. Hace falta que haya mucho más acompañamiento y dinamismo».
Vuelve a su memoria, cuando en un poblado de Jatibonico, tras un trabajo voluntario recibió el carné que le dio la bienvenida a la FMC de manos de la Primera Secretaria del Comité Provincial del Partido en Sancti Spíritus.
«Soy muy dada a apoyar, a dar mi granito de arena en todo lo que se me convoca. De ahí, que pienso que eliminar los protocolos de las reuniones nos hará muy bien».
Quizá por esa forma de ser de la muchacha fue elegida como presidenta de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media en su plantel, luego ascendió al secretariado municipal de la organización y hace pocos días le dieron la noticia que la propusieron para integrar el provincial. Ella además sueña con convertirse en especialista en criminalística.
«La gente me dice que no tengo tiempo con tantas responsabilidades, pero no lo creo. Al final ser dirigente juvenil es simplemente ser tú misma».
Y se le vuelve a reflejar la timidez en el rostro al rememorar cuando en un encuentro en Santa Clara conoció de cerca al Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Sucede lo mismo cuando la felicitan por ser la más joven delegada espirituana al 11no. Congreso de la FMC.
«Frente a nuestro Presidente los nervios no me dejaron hablar» dice.
—¿Y si te dan la palabra en el cónclave de la FMC?
—Ahí sí porque abogaré por una organización más parecida a las jóvenes cubanas.
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