Una rendición de cuentas bajo economía de guerra

Hasta el 20 de noviembre se desarrollará este proceso encabezado por los delegados del Poder Popular, con sus electores, en un momento complejo dada la difícil situación económica del país

El proceso de rendición de cuenta de los delegados del Poder Popular a sus electores es otra muestra de democracia participativa. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

De espaldas al complejísimo y duro escenario de economía de guerra que enfrenta hoy el país no está el actual proceso de rendición de cuenta de los delegados del Poder Popular a sus electores, recién iniciado y que hasta el 20 de noviembre se desarrollará en toda Cuba.

Tal como ha explicado Homero Acosta, secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular,  involucra activamente a las organizaciones de masas, administraciones locales, directivos y población, y mediante  el mismo los electores conocen, evalúan y se pronuncian sobre la gestión y la labor de sus representantes durante un período determinado.

Pero, en primer lugar, se debe lograr que a tan importantes reuniones en los barrios asista la mayoría de los vecinos, por ser un espacio en el cual pueden canalizar sus inquietudes, quejas y sugerencias sobre esos acuciantes asuntos que impactan en la cotidianidad de los cubanos.

En julio pasado el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, afirmó que la muy compleja situación del país se verifica hoy en prácticamente todos los ámbitos de la economía.

«Pero hay algunos, acotó, donde el impacto de las carencias resulta más doloroso y significativo, como la imposibilidad práctica de asegurar oportunamente el suministro de los escasos productos de la canasta básica y los medicamentos; la inestabilidad del sistema electroenergético nacional y el descontrol de los precios, excesivamente elevados, especulativos, abusivos, que limitan el poder adquisitivo de una parte considerable de la población».

El informe que Cuba presentará en octubre ante la Asamblea General de Naciones Unidas, respecto a cuánto daño minuto a minuto ocasionan al pueblo y al país el criminal bloqueo estadounidense, es apenas un acercamiento a la dura realidad que vivimos, sin olvidar tampoco el impacto de la crisis económica internacional y de los tantos conflictos en desarrollo.

Hace unos días en La Habana, durante un taller organizado por el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, uno de sus expertos, el Doctor en Ciencias Económicas José Luis Rodríguez, alertó sobre los adversos, complejos y agudos retos y desafíos que enfrenta la economía cubana, a causa de problemas objetivos y….. también subjetivos.

De éstos últimos, que no siempre requieren de recursos materiales y financieros y sí de la voluntad de ocuparnos y preocuparnos por hacer más llevadera la vida de nuestra gente, de exigirle a cada institución u organismo que cumpla sus obligaciones, del rescate de esos valores perdidos, de ver cómo desde el barrio entre todos ayudamos a resolver un grupo de asuntos, debe hablarse en las asambleas de rendición de cuenta de los delegados del Poder Popular.

Lograr motivar a los electores, comprometerlos en tareas imprescindibles como el control popular y la denuncia contra las ilegalidades, distorsiones o violaciones de lo establecido, recordarles la campaña mediática y de intentos de desestabilización en marcha por los enemigos de la Revolución, son de las cosas que debemos incentivar durante el importante proceso político y de participación ciudadana.

«Paralelamente, y como consecuencia de las sostenidas carencias y limitaciones, alertó en julio el Presidente cubano ante el Parlamento, crecen las manifestaciones de indisciplina, violencia social, adicciones y vandalismo, que atentan contra la tranquilidad ciudadana, entre otros problemas.»
Sin dudas este asunto también deberá estar presente en las reuniones de nuestros delegados con los electores, es decir, cómo desde el barrio los factores de la comunidad, la escuela, las instituciones sanitarias, los jefes de sectores, el Consejo Popular, los trabajadores sociales y los vecinos, entre todos, pueden librar esa batalla.

Incluso ante quienes a pesar de las distorsiones presentes y los altos y abusivos precios defienden a las Mipymes, por ser las que en muchos lugares han garantizado alimentos en falta, habrá que recordarles que el enfrentamiento es contra el descontrol, las ilegalidades, las evasiones tributarias, la especulación y el fraude, vengan de donde vengan sean no estatales o estatales las empresas.

Salvar y fomentar esa unidad que hasta hoy ha devenido la principal fuerza y coraza de la Revolución, sembrar conciencia y esperanza, demostrar que sí se puede pues no son pocos los buenos ejemplos o prácticas de cuánto aportan al bienestar del país colectivos laborales y personas, en fin, no desanimarnos ni dejar de luchar como nos enseñó Fidel, son retos de hoy y mañana.

Como bien afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido «estamos conscientes de la gravedad de la situación económica y de que para resolverla es preciso actuar. Mala, muy mala noticia sería quedarnos paralizados o insistir en seguir una ruta que ha demostrado ser impracticable por insostenible.»

Tienen la palabra nuestros delegados y sobre todo los electores con su protagonismo para desde el barrio emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos, tal como pidió Fidel en su magistral concepto de Revolución.

Cubahora

Texto de Cubahora

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