Brasil asumió este miércoles por cuarta vez la presidencia rotativa del Brics, grupo formado por el país sudamericano, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que contará ahora con nuevos miembros.
En tal sentido, aparecen admitidos recientemente en el bloque naciones como Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.
Durante su mandato, que dura un año, el Gobierno brasileño será responsable de la organización de unas 100 reuniones de trabajo entre febrero y julio en Brasilia.
La Cumbre de los Brics, espacio de deliberación entre jefes de Estado y Gobierno, está inicialmente programada para julio en el estado de Río de Janeiro.
Brasil eligió como ejes de actuación la cooperación del Sur Global y la reforma de la gobernanza general.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva defendió en foros internacionales la ampliación de la representación de países de Asia, África y América Latina, en instituciones como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial.
Otro tema que se debatirá este año por el Brics y está considerado uno de los puntos de tensión con el futuro Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, es avanzar en la construcción de un sistema de pago con monedas locales en el comercio entre los países del bloque, sustituyendo al dólar.
Las actividades del grupo se concentrarán en el primer semestre, pues está prevista la celebración de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), en Belém, capital del norteño estado de Pará, en noviembre.
En 2024, Río fue sede de la cumbre del G20, grupo de las 19 principales economías del mundo y las uniones Europea y Africana
Tal foro abordó una complejidad de desafíos globales y dejó resultados significativos en temas como la sostenibilidad, la lucha contra el hambre y la pobreza, y las reformas en la gobernanza internacional.
Bajo el mando de Brasil, liderado por Lula, se dio prioridad a cuestiones sociales y ambientales, marcando un enfoque inclusivo y multilateral.
Como era de esperar, el mandatario afirmó en el cierre de la cita que el legado dejado por su país en el G20 es la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.
La iniciativa recibió la adhesión de al menos 82 naciones, 24 organizaciones financieras, nueve financiadores e instituciones de filantropía.
El Brics representa alrededor del 40 por ciento de la población global y un 37 del Producto Interno Bruto mundial por poder adquisitivo.
Otras 10 naciones también aceptaron unirse en otra categoría del bloque, como asociados, y serían Cuba, Bolivia, Indonesia, Bielorrusia, Kazajstán, Malasia, Tailandia, Uganda y Uzbekistán.
Se espera que Nigeria, Turquía, Argelia e Indonesia confirmen su participación.
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