Junto a la familia, la escuela constituye el espacio decisivo en la formación de los niños, adolescentes y jóvenes. Digamos que, de la mano del hogar, el aula construye, en buena medida, los destinos futuros, no solo de cada estudiante, sino de la nación toda. Y sacar adelante esa hermosa, pero difícil encomienda en tiempos tan complejos, resulta doblemente retador.
Hoy, los centros educativos —aunque continúen como una prioridad en la agenda gubernamental—, padecen las mismas limitaciones que todo el país: les falta desde la energía eléctrica y las posibilidades financieras para renovar la tecnología y el mobiliario, hasta —y principalmente— no pocos docentes que asuman los procesos, para no hablar de las motivaciones y la idoneidad que, a veces, también faltan.
En menudo escenario se lleva adelante el tercer perfeccionamiento educacional, un proceso que inició en noviembre del 2020 y se proyecta concluir como parte de los elementos distintivos de la agenda 2030.
Mucho antes, en las décadas del 70 y el 80 del pasado siglo, ya se llevaron adelante similares ideas en aras de una renovación continua de la Educación que va dictando la vida misma, actualmente, por ejemplo, a partir de la introducción de las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones (TICs), así como las transformaciones ocurridas a nivel social.
Todo ello demanda flexibilizar y contextualizar los estilos de trabajo de las instituciones y modalidades educativas; fortalecer la preparación de directivos y docentes; generalizar nuevos planes y programas de estudio, entre otras transformaciones.
El tercer perfeccionamiento educacional resulta particularmente renovador desde su proyección metodológica, con un enfoque eminentemente demostrativo, donde se considera la interacción de los factores internos de la escuela —es decir, directivos, maestros y alumnos—, con los externos, como la familia, la comunidad y otros organismos e instituciones, desde la perspectiva del trabajo en red.
Este proceso, que incluye a todos los niveles educativos con sus particularidades y nuevos planes y programas de estudio en los grados iniciales, pone especial énfasis en la enseñanza de Cívica, Historia, Lengua y Literatura, Inglés y las TICs, sin obviar la formación laboral y vocacional desde edades tempranas, siempre en correspondencia con las habilidades y fortalezas de cada escolar.
Hasta ahora, entre los principales resultados alcanzados en la provincia aparece su propia aplicación en todas las instituciones escolares del territorio, donde en el presente curso se continúa con la generalización de nuevos planes y programas de estudio en el segundo grupo de grados por niveles de enseñanza, así como en la recepción y distribución de la bibliografía que los complementa.
Ya se cambió totalmente la base material de estudio del primer grupo de grados y el segundo los comenzó a recibir durante el presente curso, con las lógicas intermitencias de la actual situación económica del país.
En comparación con sus predecesores, tanto los libros de texto como los cuadernos y otros materiales escolares poseen un nivel de actualización superior y una presentación más atractiva, además de que se complementan con aplicaciones educativas y búsquedas por Internet, con el objetivo de acercarse a los cánones y recursos tecnológicos que hoy se emplean a nivel internacional para que los estudiantes puedan acceder al conocimiento de forma más visual y proactiva.
Según la valoración interna de Educación, además, el proceso ha elevado la integración entre lo instructivo y lo educativo, la dirección se ha hecho más participativa al involucrar a los representantes del Consejo Popular y las familias; se ha acentuado el trabajo en función del desarrollo socioeconómico territorial y el vínculo con la actividad científica en busca de respuestas a las problemáticas internas del sector.
Pero, el tercer perfeccionamiento educacional también ha encontrado no pocas piedras en su camino, en particular la inestabilidad y el déficit de la cobertura docente, una realidad que incide en todos los procesos, aunque se apliquen múltiples alternativas para atenuarla.
Por otra parte, aún se aprecia desinterés en las estructuras de algunos Consejos Populares y otros organismos e instituciones por integrarse e interactuar en función de la labor formativa y de aprendizaje de los educandos.
En cuanto al eslabón de la familia como ente activo en la formación integral de los estudiantes, se ha reforzado en un por ciento significativo su interrelación con la escuela y, aunque en algunos casos aún se presentan asperezas, disonancias y hasta encontronazos, la balanza pesa más a favor de la articulación entre ambas partes.
Entre tanto, aunque ha aumentado la conectividad y el acceso desde la red escolar y los barrios a las tecnologías para el uso institucional, las innegables carencias tecnológicas actuales inciden en el estancamiento de algunos propósitos.
Para mitigar esta realidad se han buscado alternativas a partir del aporte individual de los alumnos y sus familias en cuanto al empleo en los procesos educativos de celulares, computadoras y conectividad particular.
Otro elemento que signa este proceso se relaciona con el estudio de la Historia a partir de nuevos métodos y estilos que incluyen un mejor uso de las nuevas tecnologías, el intercambio con personalidades, visitas a centros históricos, la profundización en las temáticas y personalidades locales, todo con el sostén imprescindible de docentes mejor capacitados y motivados.
El Perfeccionamiento igualmente asume, como una prioridad que lo transversaliza todo, la transformación de la Educación Ciudadana con la mira puesta en mejorar la conducta ciudadana, fortalecer desde los primeros grados los hábitos y formas de conducirse en sociedad, así como en preparar a los educandos para la vida a partir de las actuales demandas sociales e intereses individuales.
Y una de las luces más largas de estas nuevas prácticas se enciende en la búsqueda constante para lograr involucrar a los estudiantes en la adquisición de sus propios conocimientos, apartándolos de la reproducción y memorización dogmáticas, con el fin de acercarlos a la experimentación y autogestión del saber.
Una idea a la que también han debido sumarse los docentes y directivos del sector, quienes en su mayoría han precisado incorporar a su preparación el uso de las nuevas tecnologías como un componente imprescindible para lidiar con una generación digitalizada y entre todos formar un verdadero equipo en la continua búsqueda del conocimiento salvador.
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