Cuba celebró barrida completada por Julio César La Cruz y accedió a los cuatro títulos de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) intentados en cartel profesional con sede en el Hotel Meliá Internacional, de Varadero.
El doble monarca olímpico impuso su clase para reponerse de un comienzo adverso y despachó por nocaut técnico en tres actos al montenegrino Dilan Prasovic para acuñar derecho a discutir la faja universal de la propia AMB.
«La vida enseña a tropezar y levantarse», dijo en perfecta alusión a la maestría con que respondió al descuido causante del impacto que le envió a la lona en el episodio inicial, devenido detonante de una reacción letal ante un adversario superior en peso corporal.
El también pentacampeón del orbe le pagó con la misma moneda casi al cierre del siguiente capítulo y repitió tres veces la dosis en el tercero, cuando el árbitro detuvo las acciones y se oficializó un desenlace que él consideró expresión de que «hay boxeo en Cuba».
Así acortó un duelo pactado a 12 rondas y avivó las expectativas de la promotora AGON Sports, igualmente feliz con la demoledora demostración del rey bajo los cinco aros Erislandy Álvarez, quien apenas necesitó 28 segundos para noquear al dominicano Brainer Vásquez.
Era un choque especialmente esperado, dado el encendido intercambio que les enroló en la conferencia de prensa, pero el de casa resolvió en menos tiempo que el dedicado a ese pasaje, y terminó por saludar a su adversario, recordándole que «solo fue parte del show».
Para Cuba la fiesta comenzó cuando Yaquelín Estornell disfrutó con éxito el privilegio de convertirse en su primera fémina con presencia en lides de este rango, como victimaria de la dominicana Lina Tejeda por nocaut técnico en dos asaltos.
«Nunca me preocupé por los 15 combates que ella había ganado, sino que me concentré en mi preparación y el estudio de su estilo», comentó la bronceada centrocaribeña antes de agradecer «a mis entrenadores y a todos los que se han mantenido junto a mí».
Minutos después, el marroquí Moussa Ghalom hizo realidad el sueño de pelear en la tierra de sus primeros técnicos. Y lo coronó con un desenlace similar, pero en tres actos, sobre el dominicano Misael Vázquez.
Luego, la afición que congestionó la bien acondicionada sala aplaudió al dos veces titular olímpico Arlen López y al triple dorado del orbe Lázaro Álvarez, antecesores de sus compañeros de la selección masculina.
El primero emitió excelente señal de forma física al cubrir dominante los 10 asaltos y derrotar 3-0 al argentino Martín Ezequiel Bulacio, y Lázaro destrozó las aspiraciones del dominicano Queliz Santos al imponerse por nocaut técnico en ocho.
El triple medallista de bronce olímpico pegó para conteo de protección en el primer asalto, sostuvo el ritmo sin sombra de sustos y lo envió a la lona en el séptimo, incapacitándolo para continuar entre las cuerdas.
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