Elon Musk desató la especulación y los rumores en internet cuando dos veces hizo un gesto con la mano durante un discurso para celebrar la toma de posesión del presidente Donald Trump el lunes.
En un mitin de celebración en el Capital One Arena de Washington, horas después de que Trump jurara su cargo como presidente, Musk dio las gracias a la multitud por elegir a Trump durante “una bifurcación en el camino de la civilización humana”.
Musk, que dirige Tesla, SpaceX y la plataforma de redes sociales X, y quien apoyó a Trump el año pasado durante su campaña presidencial, añadió: “Solo quiero agradecerles por hacerlo posible, gracias».
A continuación, el multimillonario gruñó y se llevó la mano al corazón antes de extender el brazo por encima de la cabeza con la palma hacia abajo. Tras darse la vuelta, repitió el movimiento hacia los que estaban detrás de él.
En la CNN, los comentaristas señalaron el gesto de Musk. Erin Burnett, una presentadora, destacó cuán impactante fue la acción. El movimiento pronto suscitó comparaciones en internet con el saludo popularizado por Adolf Hitler, y otros lo interpretaron como un saludo romano, que también se conoce como “saludo fascista” y fue adoptado posteriormente por los nazis. La variante nazi del gesto es ilegal en algunos países europeos, entre ellos Alemania.
“¿Elon Musk acaba de hacer el saludo romano en su discurso de investidura?” preguntó en X Hasan Piker, un popular realizador de transmisiones en directo.
La Liga Antidifamación, que se ha enzarzado con Musk en el pasado, dijo más tarde en X que Musk había “hecho un gesto torpe en un momento de entusiasmo” y que “no era un saludo nazi”. La organización añadió que “todas las partes deberían perdonar algunos errores ajenos”.
Masha Pearl, directora ejecutiva de la Blue Card, fundación que apoya a los supervivientes del Holocausto, dijo que estaba “profundamente preocupada” por la acción de Musk, que calificó de “saludo nazi”.
Y añadió: “Elon Musk ha estado implicado en incidentes antisemitas en el pasado. Por ello, era un símbolo inequívoco de odio, de violencia, de genocidio”.
Otros parecieron celebrar el movimiento de Musk. Andrew Torba, fundador de la red social de extrema derecha Gab, compartió una fotografía en su plataforma del multimillonario haciendo el gesto, añadiendo la leyenda: “Ya están ocurriendo cosas increíbles”.
Musk, de 53 años, no respondió a un correo electrónico en el que se le pedían comentarios. A última hora del lunes, compartió la publicación de un usuario en X que decía que la “farsa del saludo” formaba parte de una “campaña de artimañas” demócratas contra Musk.
“Francamente, necesitan mejores artimañas”, añadió Musk. “El ataque de ‘todo el mundo es Hitler’ está taaaan trillado”.
Tras hacer los gestos, Musk continuó su discurso. Habló con entusiasmo de “ciudades seguras, fronteras seguras, gasto sensato” y de la promesa de llevar la humanidad a Marte.
“Mi corazón está con ustedes”, dijo Musk, colocando la mano sobre su corazón. “Gracias a ustedes está asegurado el futuro de la civilización”.
Kimbal Musk, el hermano menor de Musk, publicó más tarde en X que había sido “el mejor discurso” de la vida de Musk.
“¡Bien hecho!”, escribió Kimbal Musk, compartiendo un video del discurso. “Así es como se siente el éxito”.
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