El primer mes de este año es el tercero del período poco lluvioso en Cuba y es mayor el impacto de los frentes fríos en comparación con sus antecesores, lo cual influye en el establecimiento de condiciones invernales con frecuencia.
También es uno de los que menor cantidad de precipitaciones genera, que dependen fundamentalmente de los sistemas frontales que lleguen al país, informan profesionales del Centro del Clima, del Instituto de Meteorología, en su tradicional boletín especializado.
Señalan que en la actualidad se observan anomalías de la temperatura superficial del mar, propias de condiciones neutrales sobre las regiones central y oriental del Océano Pacífico ecuatorial, donde tales condiciones deben permanecer en el curso del primer semestre.
Indican que se mantiene muy alta la temperatura superficial del mar en la región tropical del Océano Atlántico y desde junio de 2023 hasta junio de 2024 se registraron los valores más elevados a partir de 1951.
Sin embargo, continúan, durante agosto, septiembre, octubre y noviembre últimos ocurrieron muy cálidas, entre las tres mayores de los registros, sobre lo cual mantienen una constante vigilancia.
De acuerdo con sus estimados, las precipitaciones en enero deben ser en la región occidental de 32 milímetros, en la central de 26 y en la oriental de 39, mientras que las temperaturas máximas de 26,6-27,5 grados Celsius, 27,0-28,0 y 28,5-29,2, respectivamente.
Por lo general, estas últimas descienden de forma apreciable, respecto a noviembre y diciembre, principalmente en su segunda mitad, aunque en el transcurso del mes suelen predominar las masas de aire frío continental y se presentan días similares, cuando alternan periodos frescos y otros cálidos, lo que caracteriza a enero como el mes más frío del año en Cuba.
No obstante, en los últimos años, tanto las temperaturas máximas como las mínimas, estuvieron en la mayoría de los casos cercanas o por encima de lo normal.
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