La ciudad y algunos de sus más hermosos detalles son los protagonistas de la exposición Trinidad en fotografía creativa, inaugurada en la Galería Tristá como parte de los festejos por el cumpleaños de la tercera villa de Cuba.
Narrar, más allá de las palabras, la estética y el espíritu de esta urbe colonial es justo lo que hacen las imágenes captadas por el lente de Osmani Medina Ramos, fotógrafo autodidacta, quien inmortaliza los instantes de una ciudad a donde llegan viajeros de medio mundo.
Osmani es el creador del grupo público de Facebook Trinidad en fotografía creativa, y esta muestra recoge una selección de 20 instantáneas que por primera vez traspasan el espacio digital para acomodarse en el galerístico, con perfecta armonía.
“Yo las vi hoy; nunca las había visto impresas. Agradezco a la Oficina del Conservador de la Ciudad la excelente selección de entre más de 10 gigas de fotos; los colores, las temáticas, la diversidad de paisajes: marítimos, urbanos y del valle, fotografías a color, en blanco y negro… Resume un tanto mi paso por este mundo fascinante”, asegura.
Además de profesor, este artista empírico trabaja como guía turístico, una profesión que le ofreció la oportunidad primero de descubrir la ciudad y luego de captar todos sus encantos, desde sus piedras hasta la luz del atardecer sobre los tejados o los oficios más simples que dibujan la identidad de los trinitarios.
“El hecho de ser guía turístico te va desarrollando un ojo fotográfico porque recorremos constantemente la ciudad para mostrar al visitante la belleza de la ciudad; vas observando cada detalle y percibes lo que antes no eras capaz de ver; por eso la necesidad de tomar todas esas imágenes.
“La fotografía es mi pasión y me permite expresar diversas emociones”, agrega. Y en ese ejercicio cotidiano del arte, Osmani nos invita a un viaje onírico. Detalles captados entre los huecos de las piedras, el movimiento casi místico de un pescador que lanza su red sobre las aguas, el ladrillo desnudo de una pared en ruinas, los misterios de la noche en una urbe cosmopolita y bohemia… El tiempo, la memoria y una presencia casi física de la belleza recorren toda la obra de este hombre sensible y calman un tanto la nostalgia de los trinitarios que, aun en la distancia, viven la ciudad desde la imagen.
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