La incertidumbre de la familia que en ocasiones debió esperar horas hasta que llegara el ataúd solicitado para el velatorio del ser querido quedó atrás gracias a la estrategia aplicada en la provincia para extender la fabricación de sarcófagos a varios municipios espirituanos.
En declaraciones a Escambray Alberto Rodríguez Pérez, director general de la Empresa Provincial de Producciones Varias, dijo que, debido a las dificultades asociadas al tema energético, la única fábrica de ataúdes del territorio, presentó problemas para el cumplimiento de la actividad productiva, pero de acuerdo con el criterio de las máximas autoridades se decidió aplicar, nuevamente, una variante que funcionó durante la etapa de la covid, cuando este programa se extendió a Trinidad y a otro centro subordinado al sector en Sancti Spíritus.
“La contingencia energética —aclara Alberto— constituyó la causa principal de los incumplimientos, pues de un lado afectó el desempeño en los aserríos de la Empresa Forestal, que aporta la madera para la fabricación de ataúdes, y, del otro, estaba el proceso productivo nuestro que demanda electricidad en muchas de sus áreas.
“A esto se suma que los trabajadores de la fábrica de ataúdes comenzaron a solicitar la baja del centro, al punto de quedarnos prácticamente sin carpinteros y eso nos obligó a contratar fuerza extra y buscar otras vías de solución, como la de trasladar las producciones hacia los demás municipios”.
Un amplio programa de capacitación y adecuación de locales conllevó a que desde finales del 2024 la producción de sarcófagos se diseminara por los territorios, una experiencia única de su tipo en la isla, que ha permitido, además de contar con un inventario estable en cada lugar, el ahorro considerable de combustible, al no tener que destinar un transporte que lleve las solicitudes de ataúdes hasta los demás territorios.
“Trinidad fue el primero en comenzar en esta segunda fase y, después, teniendo en cuenta la estadística histórica de los fallecidos en la Empresa de Servicios Necrológicos de la provincia, constatamos las necesidades reales de cada territorio, por lo que extendimos la producción a Fomento, Cabaiguán, Yaguajay y Jatibonico, al cual le sumamos la demanda de La Sierpe, mientras que en Sancti Spíritus se confeccionan también los de Taguasco”, aclara Rodríguez Pérez
Según el propio director, las materias primas que se emplean en esta fabricación son fundamentalmente la madera —unos 60 metros cúbicos en el mes, que se reciben de los aserríos de la Empresa Forestal—. Además, se utiliza el tejido procedente de la textilera de Villa Clara.
Y aunque la situación energética hace más complejas las labores, los carpinteros y operarios que desarrollan la actividad ahora se programan y acuden al centro en el horario que saben llegará el fluido eléctrico, para aprovechar mejor el tiempo y de esta forma cumplir con tan sensible tarea.
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