El 15 de febrero de 1920 nació Faustino en La Larga, Taguasco, pero en los primeros años de su infancia se trasladó para Cabaiguán. Estudió en la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana y desde allí participó en varias manifestaciones revolucionarias. En medio de un sinnúmero de dificultades concluyó la carrera, aunque no presentó su tesis de grado. Fulgencio Batista había tomado el poder por la fuerza y Faustino no quería que su título estuviera firmado por un ministro del régimen. Luego del triunfo revolucionario demostró ante el Tribunal de Examen de Graduación sus conocimientos, y obtuvo el diploma.
Después del golpe de Estado, el 10 de marzo de 1952, y sin demoras, seleccionó, imprimió y distribuyó una relación de aforismos martianos que abogaban por la paz y la independencia. El espirituano fue fundador del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) y el Nacional Revolucionario. En Cabaiguán, su segunda tierra, fundó las primeras células de M-26-7.
Faustino Pérez Hernández no estuvo en la mañana de la Santa Ana asaltando la segunda fortaleza militar del país, el cuartel Moncada, pero sí vino en el Granma. Antes de la expedición recogió fondos en Cuba para hacer posible el viaje y durante la travesía fue designado al Estado Mayor.
Luego del combate de Alegría de Pío, bautismo de fuego del naciente Ejército Rebelde, permaneció junto a Fidel y de él oyó, por primera vez, la frase martiana de que “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”. El 18 de diciembre de 1956, Fidel y Raúl se encuentran en Cinco Palmas. El jefe de la Revolución está contrariado porque en La Habana no han sucedido las acciones que se habían concertado y escoge a Faustino para reorganizar la clandestinidad en la capital, pero antes debería pasar por Santiago.
En la ciudad oriental se encontró en una calle con Frank País, Armando Hart y Vilma Espín, el 24 de diciembre de 1956; el espirituano transmitió la mejor de las noticias: Fidel estaba vivo y dando órdenes.
Frank y Faustino se ponen de acuerdo y parten el 26 para La Habana. Ya en la capital, ambos dirigentes convocan una reunión el 28 de ese mes en el Centro Asturiano y nombran a nuevos hombres en los diferentes cargos. Frank regresa a Santiago y Faustino se quedó organizando incontables acciones desde el clandestinaje en la capital como le había indicado Fidel.
Más tarde, el dirigente clandestino llegó al oriente cubano con el periodista Herbert Matthews, del diario estadounidense The New York Times, con el objetivo de entrevistar al Comandante en Jefe. El encuentro se produjo en la finca de Epifanio Díaz, donde el 16 y 17 de febrero de 1957 se desarrolló la reunión de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio.
En mayo del 57 fue detenido y encarcelado en la prisión del Castillo del Príncipe. Allí protagonizó junto a otros compañeros una huelga de hambre a pesar de padecer una úlcera gastrointestinal. Preocupada por el desenlace de la huelga, la dictadura concedió la libertad a varias personas, entre ellas Faustino Pérez.
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FRANK EN ORIENTE Y FAUSTINO EN LA HABANA
Luego del asesinato de Frank País, asumió la jefatura nacional de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio. Armado Hart, su compañero de lucha, dijo: “Frank en Oriente y Faustino en La Habana son, en mi opinión, los símbolos más altos de la clandestinidad en apoyo al combate en la Sierra Maestra”.
Un acto de efecto publicitario excepcional ordenado y organizado por Faustino fue el secuestro del astro argentino campeón mundial de automovilismo Juan Manuel Fangio, el domingo 23 de febrero de 1958, por un comando revolucionario del M-26-7 para impedir su participación en la segunda edición del Gran Premio de Cuba.
El llamamiento a la Huelga del 9 de abril de 1958 fue suscrito por el espirituano junto al Comandante en Jefe Fidel Castro, entre el 10 y el 11 de marzo, en las zonas de Santo Domingo y El Naranjo, en la Sierra Maestra. Pérez Hernández echó sobre sus hombros la responsabilidad principal por el fracaso de esta huelga general.
“No existe razón para que pese sobre ti más amargamente que para cualquiera de nosotros el revés sufrido (…). Tengo la más firme esperanza de que en menos tiempo de lo que muchos son capaces de imaginar habremos convertido la derrota en victoria”, le escribió Fidel en una carta fechada el 27 de abril.
A mediados del año 1958 volvió a la sierra, se incorporó a la Columna Nro. 1, y se desempeñó como jefe de la Administración Central de los Territorios Libres. Unos meses más tarde triunfó la Revolución Cubana, a la que tanto le aportó Faustino. Estuvo junto a Fidel cuando, desde Radio Rebelde, se desmoronaba el intento de torpedear el poder revolucionario.
LA CONDUCTA DE LA REVOLUCIÓN
El 23 de enero de 1959 fue nombrado titular del Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados, del primer gabinete del gobierno revolucionario. El 26 de julio le entregó a Fidel, para el tesoro nacional, 20 millones de pesos en efectivo y otros 50 millones en bienes recuperados, durante un acto celebrado en la Plaza Cívica, hoy Plaza de la Revolución José Martí, de La Habana.
A principios del año 1960 se le encomendó organizar y dirigir el Servicio Médico Rural en la Sierra Maestra. También combatió en Playa Girón contra la invasión mercenaria y dirigió la lucha contra las bandas de alzados en el Escambray.
Fue el gestor principal de la voluntad hidráulica, al frente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, surgido por iniciativa de Fidel a partir del desastre del ciclón Flora en octubre de 1963. Miembro fundador del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular hasta su deceso.
Faustino Pérez Hernández dejó una estela de admiración y respeto en Sancti Spíritus, donde dirigió el Comité Regional del Partido desde 1969 hasta 1973. Su vínculo con el pueblo y la puesta en práctica de muchas obras de beneficio económico y social en el territorio hacen que los espirituanos guarden honor a su memoria. Durante su mandato se construyó la presa Zaza y el Hospital Pediátrico, y comenzó el plan arrocero en El Jíbaro, La Sierpe.
“Creo que una persona por muy amplio que tenga el concepto de Patria, siempre siente un amor especial por la cuna donde nació, por el terruño donde creció. En mi caso particular no puedo evitar un cariño especial por mi tierra. Sancti Spíritus tiene un magnetismo especial”, declaró Pérez Hernández a Escambray a mediados de la década del 80.
De 1973 a 1976 se desempeñó como embajador de Cuba en Bulgaria y en 1977 fue nombrado jefe de la Oficina de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular, adscrita al Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros. Esta responsabilidad la ocupó hasta 1989.
Por decisión propia pasó sus últimos días de vida con los pobladores de la Ciénaga de Zapata, Matanzas, junto a quienes trabajó por el mejoramiento social como director de la Empresa Agroforestal Victoria de Girón. Faustino falleció el 24 de diciembre de 1992.
En la Carretera Central y muy cerca del paseo cabaiguanense fue emplazada el 15 de febrero de 2005 una estatua de bronce, a escala real, de la escultora espirituana Thelvia Marín Mederos, que inmortaliza al hombre a quien Fidel consideró “la conducta de la Revolución”.
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