Gestión comunitaria en la mira del Centro de Servicios Ambientales de Yaguajay

En los asentamientos de Llanadas Arriba y Júcaro, dicha instalación estimula la participación activa de los actores y promueve su conciencia crítica en pos de la gestión comunitaria ambiental

En la Finca Agroecológica La Espinita, ubicada en Júcaro, se apuesta por la gestión comunitaria ambiental. (Foto: Angenys Navarro).

Cuando el Centro de Servicios Ambientales de Yaguajay mira en retrospectiva el trabajo efectuado en localidades como Llanadas Arriba y Júcaro advierte que las acciones realizadas allí no fueron en vano. En estos sitios se habla de autogestión ambiental y la población participa de forma activa en la conservación y uso racional de los recursos naturales.

Basada en los epistemas del desarrollo comunitario, dicha instalación estimula la participación activa de los actores de estas zonas, promoviendo así la conciencia crítica de niños, adultos mayores y productores agroecológicos, así como del resto de las organizaciones que radican en estos lugares.

Hasta estos parajes de la geografía yaguajayense ha llegado la ciencia y a través de técnicas participativas de aprendizaje, los pobladores muestran cómo han evolucionado en el transcurso de los años. Aquí se puede hablar de gestión comunitaria ambiental. Bien lo sabe Yitsy Suárez Valdés, directora de Investigaciones de Ecosistemas de Montaña en el Centro de Servicios Ambientales de Sancti Spíritus, quien, explicó a Escambray que ambos sitios vienen siendo espacios de transformación comunitaria, donde hace más de dos años se comenzaron a trabajar los temas ambientales.        

“Lo único que interesaba aquí era producir y obtener ganancias. Las personas no eran conscientes del impacto negativo que estaban provocando en la flora y la fauna autóctonas. A partir de ahí se diseñó un sistema de trabajo que parte de que estas personas sean protagonistas de su desarrollo, que comprendan cuáles son las problemáticas que deben solucionar y, poco a poco, mediante la educación ambiental y la gestión del conocimiento ambiental como principales herramientas de trabajo, se ha ido logrando cambiar el modo de pensar”, puntualizó Suárez Valdés.

Por su parte, Yamila Roque Doval, directora del Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, detalló que en estos sitios se aprecia una gestión comunitaria porque se articulan actores que no siempre se visibilizan o que se visibilizan desde sus instituciones.

“Aquí todos están cooperando, promoviendo la conservación y cuidado del medio ambiente. Hay que saber interactuar con los actores para que estos lugares continúen siendo espacios de calidad ambiental para el desarrollo de Yaguajay”, recalcó Roque Doval.

Llanadas Arriba y Júcaro son claros ejemplos de cuánto se puede hacer en pos de una gestión comunitaria ambiental. Dichos sitios tienen un camino adelantado de conservación y uso racional de los recursos naturales.

Greidy Mejía Cárdenas

Texto de Greidy Mejía Cárdenas

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