Hemodiálisis en Sancti Spíritus: inyección de vida

¿Cuántas lecturas puede tener que un paciente con tratamiento de hemodiálisis sobreviva casi 20 años?; el caso no es ficticio, tiene nombre y apellidos. Se trata de Jorge Zaila Caballero, uno de los 113 espirituanos que reciben anualmente 156 sesiones hemodializadoras.

Sin dudas, este constituye un proceder costoso, que exige tecnología, material gastable y medicamentos importados; sin embargo, en tiempos de crisis económica y de más vueltas de rosca del bloqueo económico financiero y comercial de los Estados Unidos contra Cuba, este servicio se ha garantizado sin interrupciones.

Las líneas arteriales, el dializador, las jeringuillas, los guantes, además de las soluciones que lleva la máquina de hemodiálisis para depurar la sangre de los enfermos, en su mayoría son recursos de importación, aclara el doctor Remberto Cruz Pérez, jefe del servicio de Nefrología en el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos.

Conocedor de las exigencias de cada proceder,  el también especialista de primer grado en Nefrología recuerda que cada detalle cuenta para mantener con vida a los pacientes. Dos ejemplos dan fe ello.

Pese a las carencias en la disponibilidad de insumos y otros recursos, enfrentados por el sistema sanitario de la isla, hoy las salas de Hemodiálisis del Camilo Cienfuegos y la del Joaquín Paneca, de Yaguajay, disponen de riñones artificiales de la marca Fresenius 4008S, considerados de última generación y que fueron adquiridos por el país a un costo que oscila entre los 10 000 y los 12 000 euros. Otros ocho equipos de este tipo se encuentran listos para su puesta en funcionamiento en la futura unidad de diálisis del Hospital Tomás Carrera Galeano, de Trinidad.

Enfermos renales de la provincia sometidos a hemodiálisis, que padecen hepatitis viral C crónica, están incluidos en el programa de tratamiento con antivirales de acción directa. Gracias al apoyo de la Organización Mundial de la Salud, Cuba ha adquirido estos fármacos específicos con demostrada respuesta a la cura de la enfermedad. Son tratamientos de hasta tres meses y los pacientes espirituanos los reciben gratuitamente. 

Por si no bastaran los ejemplos, traemos a colación otros. En tiempos de huracanes, de contingencia energética, o de otro tipo, la Agencia Cubataxi traslada hacia los centros asistenciales de salud a los pacientes sometidos a terapia hemodialítica.

No importa si viven en parajes tan distantes como El Guayo, La Gloria o San Felipe; no importa si es día feriado, si es domingo, si los vientos del último huracán torcieron los caminos; la única certeza es que más de un centenar de vehículos en la provincia garantizan los viajes de ida y regreso de los enfermos renales crónicos en recorridos que suman miles de kilómetros desde 2008 a la fecha.

A todas luces, la vida de estos pacientes depende de muchos; léanse, también, personal de Enfermería, médicos, auxiliares, técnicos, electromédicos, operarios de los sistemas de tratamiento de agua ultra pura necesaria para el proceder dialítico; quienes trabajan de espalda al reloj a sabiendas de que salvar es un mandato hipocrático.