Israel y Hamás llegaron a un acuerdo para detener los combates en Gaza e intercambiar prisioneros israelíes por presos palestinos, según dijo el miércoles a Reuters un funcionario informado sobre el acuerdo, abriendo así la vía a un posible final de una guerra de 15 meses que ha trastornado Oriente Medio.
El acuerdo llega tras meses de negociaciones intermitentes auspiciadas por mediadores egipcios y cataríes, con el respaldo de Estados Unidos, y justo antes de la toma de posesión el 20 de enero del presidente electo estadounidense, Donald Trump. El republicano ha confirmado también el acuerdo y se ha atribuido el mérito.
La Oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró esta noche que aún quedan cláusulas del acuerdo por resolver, pero lo esperan cerrar esta noche.
«Ante la firme postura del primer ministro Netanyahu, Hamás dio marcha atrás en su exigencia de último minuto de cambiar el despliegue de fuerzas en el corredor de Filadelfia», recogió el comunicado.
Israel y Hamas alcanzaron este miércoles un acuerdo de cese al fuego en Gaza, que permitirá pausar el conflicto y la liberación de rehenes. https://t.co/pBu9cRs7PQ
— teleSUR TV (@teleSURtv) January 15, 2025
El acuerdo para el alto el fuego está constituido por tres fases, según ha adelantado el medio israelí Haaretz. La primera, que durará 42 días, incluye la liberación de 33 prisioneros israelíes (priorizando a mujeres civiles y soldados, niños y mayores de 50), a cambio de 30 presos palestinos por cada civil israelí y 50 por cada mujer soldado. En esta fase se comprometen ambas partes al cese de los combates y el desplazamiento de los soldados israelíes hacia los límites de la Franja, así como la vuelta de los palestinos desplazados a sus hogares y el aumento de la ayuda humanitaria.
El inicio de la segunda etapa, también de 42 días, estará marcada por la declaración de «calma sostenible» y la liberación de los prisioneros israelíes varones restantes, a cambio de un número aún por negociar de presos palestinos. En esta fase, el Ejército israelí deberá retirarse por completo de la Franja de Gaza.
Por último, en la tercera fase se implementará un plan de reconstrucción en Gaza y se abrirán los cruces fronterizos en la Franja. Además, ambas partes procederán a intercambiarse los cadáveres de combatientes y prisioneros fallecidos.
Entre los problemas que presenta este acuerdo, Hamás no está en posesión de todos los prisioneros, por lo que tendrá que negociar con otros grupos militares, recoge Haaretz. Asimismo, si el número de prisioneros israelíes vivos no llega a 33, el grupo islámico entregará los cuerpos.
Por otro lado, la retirada de los soldados israelíes colisiona con la insistencia del Estado hebreo en controlar el movimiento de los palestinos hacia el norte, ya que aseguran que tienen que garantizar que Hamás no vuelva a armar esas zonas.
También queda en el aire el destino del corredor Netzarim, utilizado por las fuerzas israelíes, ya que un funcionario israelí aseguró en declaraciones recogidas por Haaretz que los militares mantendrán el control del paso para realizar inspecciones a los palestinos que regresen al norte.
Asimismo, la entrada de ayuda humanitaria puede estar condicionada por las restricciones, incluso antes de la ofensiva israelí, a ciertos materiales que según Israel puedan ser usados con fines militares, además de que se mantiene el plan de prohibir el acceso de la agencia de Naciones Unidas UNRWA a la Franja.
El Ejército israelí bombardeó este martes un puesto de comida de la zona humanitaria de Mawasi, en el área sureña de Jan Yunis, y asesinó a tres personas, poco antes del anuncio del acuerdo del alto el fuego.
Hasta que se anunciase oficialmente el acuerdo, la Defensa Civil palestina pidió a la población «con el fin de preservar sus vidas» que no se acercasen a las zonas de la Franja donde todavía hay presencia de tropas israelíes.
(Con información de agencias)
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