A pesar de la falta de recursos, algunos de ellos procedentes de la importación, y tras concluir la denominada zafra alta de la leche en la provincia, la industria láctea espirituana inició un amplio programa de mantenimiento que permite la revisión de la mayoría de la tecnología instalada con vistas a corregir fallas en las distintas áreas donde se elaboran los surtidos antes de que comience el período lluvioso y, por ende, se incrementen los volúmenes de leche acopiados en las bases productivas.
Desde el pasado 24 de febrero en la Empresa de Productos Lácteos Río Zaza se inició el mantenimiento general a la caldera de vapor con capacidad para seis toneladas, lo cual incluyó la reparación de la tapa en aras de erradicar los salideros, además de corregir averías en el sistema eléctrico, el quemador y otras partes.

En declaraciones a Escambray Carlos Manuel Díaz Gaspar, director técnico de la entidad, dijo que, debido a la situación que cada año presenta la generación de vapor para asumir todos los procesos, y al alto grado de obsolescencia de la caldera, se aprobó un financiamiento nacional para fabricar una nueva con capacidad para cuatro toneladas, que servirá de apoyo a la ya existente y alternaría en sus funciones, en caso de alguna avería.
La Empresa Alastor de Sancti Spíritus, en coordinación con la Empresa Regal, de La Habana, asumirá dicho encargo, atendiendo no solo a su experiencia en este campo, sino a los vínculos que presenta con la Industria Láctea, por ser los encargados de enfrentar las reparaciones y mantenimientos que año tras año se materializan en el área de calderas.
Díaz Gaspar explicó que como parte de las labores que actualmente se ejecutan en la planta se encuentra, además, el mantenimiento a los sistemas de frío, el cual presentaba diversos salideros de amoniaco afectando así el funcionamiento eficiente en el banco de hielo. También se reparó un difusor de la nevera en el área del queso crema, aunque queda pendiente la puesta en marcha de un segundo compresor, pues depende de la entrada del aceite refrigerante para iniciar su puesta en marcha.

Como parte de estas reparaciones se interviene en el área de elaboración del queso blanco donde se mejora constructivamente parte de esa estructura, así como un grupo de mesas, prensas y otros accesorios en mal estado. En las demás partes dentro de la propia industria se revisa y resana hasta donde sea posible el sistema, en dependencia de la disponibilidad de los recursos.
“En la línea de yogurt de soya, por ejemplo, al no contar con la materia prima para asumir estas elaboraciones, estamos haciendo sirope, lo que nos permite revisar el funcionamiento de algunas bombas, pero la gran mayoría de lo que se necesita para poner en buen estado este equipamiento se adquiere en divisa, por lo que estamos tratando de insertar surtidos en las ventas online y en los mercados que operan esta moneda para recuperar ingresos que se puedan emplear en la compra de materiales”, aclaró el director técnico.
Lo cierto es que, aún con dificultades financieras y de recursos, la Industria Láctea espirituana avanza en las reparaciones previstas durante esta etapa del año con vistas a recibir la zafra alta de la leche en mejores condiciones tecnológicas y de esta forma lograr un uso más eficiente de la materia prima y la elaboración estable de los diferentes surtidos que salen con destino a la población y a los diferentes programas sociales del territorio.
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