Las manos milagrosas de Bárbara

Con casi 40 años en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, la enfermera Bárbara Cabrera Rodríguez deviene referente en el ejercicio de esta profesión en Sancti Spíritus

Desde 2004, la enfermera Bárbara integra el equipo de trabajo del Programa Nacional de Prevención de Ceguera por Retinopatía de la Prematuridad. (Foto: Arelys García/Escambray)

Ha sostenido bebés que pudieran caber en un beso. Ha velado algo más que el sueño de niños prematuros graves, quienes han regresado a la vida luego de varios días, incluso semanas, de vigilancia frente a una incubadora. Indiscutiblemente, a la licenciada en Enfermería Bárbara Cabrera Rodríguez la nutre el amor a la Neonatología.

Con 38 años en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, esta seño deviene referente en el ejercicio de la profesión en la provincia.

Desde 2004, Bárbara integra el equipo de trabajo del Programa Nacional de Prevención de Ceguera por Retinopatía de la Prematuridad. No hay niño con afecciones que pudieran derivar en este padecimiento que no tenga sus cuidados y supervisión.

Acostumbrada a trabajar en equipo y a estar pendiente de cada detalle, por ejemplo, la administración del oxígeno en los parámetros correctos, llega a la meticulosidad de los controles.

Quizás por ello, y por el desvelo del resto de los profesionales y técnicos que trabajan en el servicio, esta enfermera sea protagonista de algunas certezas: desde hace cinco años Sancti Spíritus no reporta casos de recién nacidos con retinopatía de la prematuridad y ninguno de los 31 bebés que han recibido tratamiento con láser ha quedado ciego.

En 2012, con su carga de humanismo, esta enfermera espirituana arribó al estado de Trujillo, en Venezuela. En el Cuerpo de Guardia de un Centro de Diagnóstico Integral vivió jornadas intensas de salvación, donde el amor también recomponía vidas. Con una y mil anécdotas de venezolanos agradecidos, retornó a Cuba, y ahora mismo, frente a las incubadoras, la encuentras en días o en noches de vigilia, y así será siempre porque, según ha dicho, la sostiene el amor que alivia y cura.

Arelys García

Texto de Arelys García
Máster en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus. Especializada en temas sociales.

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