Libros multiplicados (+fotos)

Hasta todos los municipios espirituanos se ha llevado una extensión del suceso literario que vivió la ciudad del Yayabo en el mes de marzo

Los títulos de la Biblioteca del Pueblo fueron los más seguidos por los públicos. (Foto: Cortesía de Saylí Alba)

Acercar el arte a los públicos con menos posibilidades de dialogar con sus exponentes es un acto de humanidad. Y nunca será suficiente para una nación convencida de que no existe otro camino que el resumido por el Apóstol: “Con todos y para el bien de todos”.

Por tanto, la extensión de la Feria del Libro hasta el 25 de abril por los municipios espirituanos se lleva todas las palmas. En tiempos tan complejos, no puede encontrarse mejor alivio que el refugio en las artes.

“Estas ferias municipales, espacios propios de cada territorio, independientemente que desde la provincia se asesoren metodológicamente, incluyen en sus programas la participación de diferentes factores”, explica Saylí Alba Álvarez, directora del Centro de Promoción Literaria Raúl Ferrer, de Sancti Spíritus. Acompañan las presentaciones y ventas de títulos artistas profesionales y aficionados del resto de las manifestaciones.

Logran así una fiesta, poco frecuente en la cotidianidad de localidades como El Cacahual, perteneciente al Plan Turquino espirituano, donde, además de escuchar a Ramón Luis Herrera, Yolanda Felicita Rodríguez, Abel Hernández, Reinol Cruz y Celestina García, los asistentes se divirtieron con los proyectos Andarte y Teatro Parabajitos.

Algo similar sucedió en Cabaiguán, donde la música campesina, defendida con soltura por las voces infantiles conducidas por la instructora de arte Yaima García y el poeta Abel Amador se robaron la atención.

Cada municipio acomodó su contexto a la cita. Espacios públicos como parques, portales de instituciones y círculos sociales se convirtieron en los mejores escenarios. Incluso, hubo momentos en que plantas eléctricas portátiles contribuyeron a que los intercambios entre artistas y públicos se escucharan a viva voz. 

“Tuvieron una especial acogida los libros de literatura infantil. Si bien no llegaron a nuestra provincia todos los títulos de la Biblioteca del Pueblo, porque son muchos, sí contamos con joyas de la literatura universal con las que jamás soñamos. El cochero azul, Winnie-the-Pooh y Las aventuras de Tom Sawyer fueron algunos de los más demandados, así como La Edad de Oro.

No sorprende que haya sucedido así. Además de ser obras conocidas e incluso llevadas a otros formatos como el audiovisual, resultan mejor acogidas cuando llegan de las manos de voces autorizadas. La promoción acertada siempre logra resultados efectivos.

“Además, presentamos títulos de Ediciones Luminaria y Letras Cubanas. Los escritores de cada municipio se unieron a quienes llegamos desde la cabecera provincial”, concluye Saylí, quien, además de conducir la escaramuza literaria, se sumó a las lecturas y promociones de textos.

Más allá de las ventas, que no son significativas, sobre todo porque la cantidad de ejemplares que llegan a los municipios son ínfimas, a semejanza de lo que ocurre cada año con el capítulo espirituano de la Feria del Libro, siempre será necesario defender la materialización del suceso.

Renunciar a lo que implique defender la literatura y el resto de las manifestaciones artísticas nunca será opción; mucho menos dejar de llevar la cultura a las manos de todos los públicos.

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

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