María de la Caridad Rodríguez, pilar del sistema de Transporte Escolar en Sancti Spíritus (+fotos)

Ella ha dedicado 32 años de su vida a un propósito noble: asegurar que los estudiantes y profesores espirituanos lleguen a sus aulas con seguridad y confianza

Ser jefa implica ser compañera, entender los problemas de los trabajadores y apoyarlos cuando lo necesiten, señala María. (Fotos: Naturaleza Secreta)

María de la Caridad Rodríguez Pérez ha dedicado 32 años de su vida a un propósito noble: asegurar que los estudiantes y profesores espirituanos lleguen a sus aulas con seguridad y confianza. Ella es jefa de la base de Transporte Escolar de Taguasco, municipio al noroeste de la provincia Sancti Spíritus.

“Comencé el 4 de octubre de 1993”, recuerda María, intentando disimular el nerviosismo ante las preguntas y con una mirada que evidentemente evoca un pasado lleno de enseñanzas.. “Empecé en el cargo de auxiliar de economía, pero por mis resultados, y también por cosas del destino, llegué a ser jefa de base, en abril del 2006”. Desde entonces, María ha sido la brújula que guía a su equipo.

“Desde que me levanto, estoy pendiente de los carros, que si salieron sin ningún problema de sus puntos, a si hay alguna transportación que por algún motivo no se haya podido realizar, a que los vehículos que están en el taller ya pueden comenzar a dar servicios”. Su rutina matutina es un ballet de organización y atención al detalle, asegurándose de que cada vehículo esté listo para llevar a los profesores y estudiantes a sus destinos.

Sin embargo, como todos sabemos, hay más turbulencia que momentos de calma en este mundo. “Estamos enfrentando desafíos con la escasez de neumáticos, lubricantes y baterías”, confiesa con su voz cargada de seriedad. “Es preocupante la cantidad de veces que tienen que ir los choferes a coger ponches a las guaguas… eso nos trae mucho gasto”, comenta. “A veces, no tenemos vehículos disponibles para las transportaciones nacionales, y eso afecta nuestro trabajo”. A pesar de estas dificultades, María se niega a rendirse. Solo hay que hablar con ella unos minutos para comprender que es de esas mujeres que no bajan la guardia.

¿Cómo logra sacar el trabajo adelante? Con un equipazo que la acompaña. “Hay que ser exigente, pero también flexible”, reflexiona. “Ser jefa implica ser compañera, entender los problemas de los trabajadores y apoyarlos cuando lo necesiten”. Esta filosofía ha cultivado un ambiente de confianza y respeto, donde cada miembro del equipo se siente valorado y aporta el mayor de sus esfuerzos.

Su carrera ha tenido momentos que la han marcado. “Recuerdo un incidente con un ómnibus que se quemó. El chofer era un buen trabajador, pero perdió el equilibrio en una carretera llena de humo, por la cual no debió transitar hasta que el humo se disipara, y terminó metiéndose en el fuego. Fue una decisión muy difícil de tomar para mí, pero eso le costó su puesto. Aprendí mucho de esa experiencia”.

María tiene metas claras. “En agosto del año que viene cumplo 60 años y espero poder jubilarme con este colectivo. Disfruto de mi familia, quiero pasar tiempo con ellos… mi hijo vive en el exterior, pero mi nieto está aquí, lo atiendo y disfruto mucho estar con él”.

Mientras tanto, María sigue siendo pilar del sistema de Transporte Escolar en Sancti Spíritus. En cada viaje que emprenden los autobuses que coordina, hay un pedacito de su empeño, un legado de amor y esfuerzo que continúa inspirando a quienes la rodean y manteniendo en movimiento al futuro de la nación.

(Tomado del perfil de Facebook del Ministro del Transporte de Cuba)

Eduardo Rodríguez Dávila*

Texto de Eduardo Rodríguez Dávila*

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