Me mueve un interés de justicia

Confiesa Jorge Godofredo Silverio Tejera, escritor cabaiguanense merecedor del Premio Uneac 2024 por la obra del año

Lo que en estos momentos centra la atención de este escritor cabaiguanense es su investigación sobre el tema racial en tiempos de Revolución. (Foto: Lisandra Gómez/ Escambray)

Año 2000. Cada mañana las páginas de los periódicos y los reportes televisivos y radiales le generan más sed informativa. Busca respuestas a muchas preguntas. Del otro lado, silencios, ausencias, vacíos… Cansado de una rutina que no vislumbra un cambio, Jorge Godofredo Silverio Tejera se sumerge en las páginas en blanco.

“La prensa en Cuba estaba muy deprimida. Muchas cosas no se decían, ni tan siquiera en las investigaciones —confiesa ya con la madurez de una firma leída por varias generaciones—. Entonces, la literatura te brindaba la oportunidad de decir lo que no era recurrente encontrar en esos discursos. De ahí que siempre explico que mi literatura es social, puramente. Mis textos son actas del Partido”.

Del estreno, tras horas y horas en el complejo ejercicio de esculpir las palabras en busca de acercarse a la perfección, a semejanza de un orfebre, se gozan hoy Razones de peso, La tumba y las medallas, ¿Por qué lloran los corderos?, Pon tu mano en la mía, La pared transparente, Premio La Edad de Oro en novela…

“También soy antologador de varios textos. Hay otros cuentos, títulos y ahora que han aparecido los libros de investigación”.

Justamente, escudriñar en los pasado-presentes menos visibilizados o maltratados por sostenerse en grupos subalternos de nuestra historia se roba la mayor parte de su tiempo.

“En primer lugar, creo que me mueve un interés de justicia. Hay una deuda con esos grupos como los negros, las mujeres, las personas que rompen con la heteronormatividad… Me enfoco siempre en mi literatura y en mi investigación alrededor de esos temas porque no se les ha dado la visibilidad suficiente y solo cuando se conocen en profundidad se evita que se recurra a expresiones de marginalidad. Siento que es mi deber hacerlo, incluso aunque son polémicos, generen ronchas…”.

Menciona la palabra profundidad y esos tópicos la exigen para no legitimar estereotipos, roles, etiquetas discriminatorias…

 “Sí, precisan de mucha investigación porque se han impuesto visiones sobre esos temas que, aunque la posterioridad ha demostrado que son erróneas, están y es muy difícil transformar los imaginarios colectivos e individuales. Incluso, tropiezas con personas que te cuestionan por qué dedicar el tiempo a esos asuntos porque no concuerdan con tu criterio. Pero no se puede temer y hay que seguir en ese camino”.

Su trayecto ya tiene cosechas de trascendencia: obtuvo su grado científico como doctor en Ciencias de la Educación con la propuesta de una metodología para la formación de la cultura acerca de la temática racial y, en 2023 en coautoría con Carlos Gómez González mereció el Premio Nacional de Investigación Histórica de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (Unhic) por el libro La problemática racial en la República de Cuba: 1902-1958. Variables para su estudio.

“Ya tenemos preparado otro estudio enfocado después del año 1958 y anterior, en la etapa colonial. Nos hemos percatado que hay muchos elementos que se desconocen o que han sido mal divulgados”.

Al unísono de esos estudios ha estado este cabaiguanense y profesor de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez enfrascado en ultimar los detalles de un libro sobre la visión de la problemática racial en los escritores cubanos, con el que obtuvo la Beca de Creación Leandro Fernández Alcorta, del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en Pinar del Río y en otro sobre  la esclavitud en Sancti Spíritus, a fin de cumplir con la beca que mereció por el comité espirituano.

Ambos resultados fueron razones que pesaron para que Jorge Godofredo Silverio Tejera se escogiera entre los cinco espirituanos ganadores del Premio Uneac 2024.

“Fue un año de mucho trabajo y alegrías. En abril me dedicaron la Semana de la Cultura en Cabaiguán y participé en varios eventos de corte histórico. La editorial Niágara, radicada en Estados Unidos, sacó a la luz en Chile El águila, el cazador y la muerte, mi novela de corte histórico sobre Napoleón Bonaparte. Asimismo, he podido estar presente en diferentes revistas especializadas como Márgenes, de nuestra universidad”.

Y es que este licenciado en Historia y Derecho comparte su pasión por la literatura con el placer que encuentra cada vez que se detiene frente al pizarrón.

“Soy un escritor que no puede desprenderse de la Historia. Desde niño soy un amante de la novela histórica. Incluso, he escrito cuentos sobre mujeres que, de una manera u otra, han sido maltratadas como la Macorina o la Giraldilla”.

¿Son las investigaciones históricas valoradas en su justa dimensión por las editoriales del país?

“Para ser justos, unas sí; otras no. Depende del perfil editorial. Las mando y algunas han visto la luz. Lo más curioso es que ese tipo de libros son los más vendidos, lo que exigen de buenas promociones”.

En este recorrido por el retrovisor de una carrera en ascenso, Silverio —como más se le conoce— detiene el andar en 2007. Justo ese año ingresó en la membresía de la Uneac.

“Me posibilitó ganar en cultura de gremio, algo muy importante porque me permite debatir, compartir, conocer… No soy de los que creen en el escritor e investigador solitario en su en su nicho. Es en la calle, en el intercambio donde uno de verdad aprende, donde se pueden hacer las cosas que se quiere. Además, me ha posibilitado participar en eventos que de otra manera sería imposible”.

Justamente, en 2024 fuiste protagonista de uno de los sucesos culturales más importantes del país: el X Congreso de la organización de la vanguardia artística, ¿qué retos le deja para este año?

“Me quedan muchos. En el cónclave se tocó sobre todo el tema de que La Cultura es la Patria, pero a mi juicio aún existe una confusión entre cultura y arte. Mi reto está en demostrar esa diferencia y trabajar en favor de la Cultura en mayúsculas. También en los temas que nos conducen a expresiones de vulnerabilidades, marginalidades… Así que me toca seguir en la investigación sobre esos asuntos”.

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

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