Memorias de un cartero (+fotos)

Con tres años de labor en la UEB Correo Iguará, Mario Arturo Pérez Molina resultó el mejor cartero del municipio de Yaguajay

Merejo atiende a más de 400 suscriptores de la prensa. (Fotos: Greidy Mejía/Escambray)

Pocas personas tienen el carisma de Mario Arturo Pérez Molina. Resuelto, sociable, diligente y dispuesto a ayudar son rasgos de este hombre que hace mucho perdió su verdadera identidad para responder al apodo de Merejo.

Desde bien temprano en la mañana, bicicleta en mano, llega hasta la UEB Correo Iguará, instalación en la que labora hace alrededor de tres años, luego de haber transitado por diversas faenas como logístico, chofer y hasta ponchero. Y, aunque siempre asumió funciones diversas, jamás pensó que llegaría a desempeñarse como cartero, oficio que prestigia al punto de convertirse en el mejor de todo el municipio.

“Este trabajo me gusta. Me relaciono con muchas personas y todos los clientes que atiendo se sienten satisfechos con mi servicio. Es una labor hermosa”, apunta este hombre de 58 años de edad que no encuentra otro motivo de vida que estar ahí para los usuarios.

Desde horas bien tempranas del día Merejo sale a cumplir con sus encargos.

Todos los días de la semana, lo mismo un lunes que un sábado o domingo, Merejo recorre una punta a otra de la localidad, e incluso, zonas aledañas. Su propósito: pagar a los beneficiados por la Asistencia Social, entregar la prensa a los más de 400 suscriptores con los que cuenta; cobrar el servicio eléctrico a quienes no pueden llegar hasta la sucursal, entregar paquetería, vender pintura y materiales de oficina, entre otros encargos que asume Correo en los últimos tiempos, en pos de diversificar sus servicios.

“Llego a Iguará, Piñero, San José, la Cooperativa Pedro María Rodríguez y Mérida. Hasta estos lugares voy lo mismo en bicicleta que en un motor. Siempre trato de ir a estas comunidades en un tiempo óptimo. Por ejemplo, el pago de la Asistencia Social casi siempre lo hago en dos días”, expresa Pérez Molina.

Mucho antes que caliente el sol, Merejo pedalea y lo mismo está tocando a la puerta de los suscriptores para entregar la prensa, que detrás del mostrador en la sede del correo para ofrecer otras prestaciones a los usuarios.

“También les llevo pintura a los clientes que la solicitan, vendo lapiceros…, trato de acercarle los productos a la gente a su vivienda”, destaca.

Por esta voluntad de hacer, de entregarse en cuerpo y alma a un oficio noble, Merejo resultó electo como el mejor cartero de Yaguajay. Para este hombre de 58 años de edad no hay imposibles. Ni siquiera los altibajos del porteo de la prensa en el territorio han hecho que este servicio falle, porque ahí está él.

La entrega de giros también forma parte de la rutina de Merejo.

“Me encanta este trabajo. Desde las siete de la mañana comienzo a trabajar y llego a la casa después de las cinco de la tarde. Pero no me molesta estar tantas horas en plena faena. Este oficio de cartero es mi vida”, confiesa.

Con gorra o sombrero de guano, enguatada o camisa de mangas largas, se le ve a Merejo en su bicicleta de aquí para allá. Es raro que no salude siempre, o que no pregunte por todos en casa. Para, llama, lanza, cobra, responde alguna que otra pregunta. Sus clientes lo quieren, y le dan atenciones porque se las gana. Ese es Mario Arturo Pérez Molina, Merejo, el cartero que se conoce cada barrio de memoria, y que es también, orgullo de mi comunidad.

Greidy Mejía Cárdenas

Texto de Greidy Mejía Cárdenas

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