Después de pensar y proponer más de un lugar donde perpetuar sus trazos, el trío integrado por Dianelys Gómez, Lenna Blanco y Yarianna Pérez hoy disfruta de un sueño hecho realidad. Un mural de significativas dimensiones tomó vida bajo sus firmas en una de las paredes del frente de la Escuela de Arte Ernesto Lecuona, de Sancti Spíritus.
“Es hijo del proyecto Con aroma de mujer que tenemos desde hace años y que nació en el Taller de Artes Gráficas”, refiere Dianelys, quien además funge como vicepresidenta de la filial provincial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
Justo en el pequeño espacio, las pesadas y rudas máquinas capaces de hacer florecer arte han esculpido sus intereses y diferentes técnicas de la manifestación de colores y trazos. Gracias a ese proyecto, exposiciones diversas han dialogado con los públicos testigos del rápido crecimiento de las tres jóvenes.
“La primera vez que nos enfrentamos a trabajar en un mural fue en el realizado durante los días del VII Encuentro Vida Cultural y Desarrollo Local, que estuvo liderado por la artista visual Yineida Fernández, de República Dominicana, en una de las paredes externas de la Casa de la Guayabera”, rememora la joven artista. “Pero teníamos la inquietud de realizar uno propio, así que nos enfocamos en ello”.

Tras conciliar con el Consejo Asesor para el Desarrollo de la Escultura Monumentaria y Ambiental (Codema) para encontrar el mejor espacio, la céntrica área de la única institución educativa espirituana perteneciente a la Enseñanza Artística fue el sitio escogido. Bocetos, selección de colores y de todos los elementos necesarios para materializarlo, así como la búsqueda de cada uno de ellos en un contexto de muchas limitaciones y la delimitación de sus dimensiones en correspondencia con la pared se sumaron a la lista de pasos a seguir.
“Me pidieron el apoyo técnico para asesorarlas y también aportar en algo al proceso creativo”, añade Ángel Luis Alfaro Ramírez, experimentado artista visual, quien funge como profesor de los talleres sobre la manifestación artística que se imparten en la Galería de Arte Oscar Fernández Morera, de Sancti Spíritus. “Es la segunda vez que trabajo con ellas en una obra de grandes dimensiones y realmente fue muy interesante. Aprendimos todos”.
Bajo el fuerte sol permaneció junto a Dianelys, Lenna y Yarianna en busca de lograr la mayor exactitud en la obra, que hoy nos regala un recorrido por las manifestaciones del arte que se estudian en el propio centro y las siglas de la organización que rectoró todo: la AHS.
“Debimos innovar para llegar a las zonas más altas de la pared. Nos apoyamos de escaleras, sillas, mesas, una invención de Alfaro con una vara y en la punta un lápiz. Queríamos que nos acompañaran estudiantes de la carrera de profesor-instructor de arte, pero coincidió con la semana de receso docente. Sí aportó su granito de arena la alumna María Monserrat González Solano. A los que ya han pasado por ahí les ha gustado. Esperamos que sirva de motivación a quienes se forman en ese plantel y, claro, que sientan que este regalo aporta belleza a la imagen de la institución”.

MÁS ALLÁ DE LOS COLORES
Esta vez Con aroma de mujer apostó por trascender la creación visual, aunque significó un reto domar una pared lacerada por varios elementos del clima. La peculiar fragancia se hizo sentir en Jatibonico y Trinidad.
“Las células de la AHS en ambos territorios se sumaron con exposiciones y un concierto. Queremos que nuestro proyecto crezca y sume a muchos más jóvenes cada año, miembros o no de nuestra organización porque la idea es estimular la creación y compartir con los diferentes públicos”.
¿Ha sido complicado para Dianelys, Lenna y Yarianna ganar terreno en un arte donde predominan las firmas varoniles?
“Sí, un poco difícil, como todo lo que en la vida exige de esfuerzos. Pero desde el comienzo hemos contado con el apoyo de Omar Fernández, Cuti, y Juan Carlos Lage, ambos han sido nuestros profesores”, responde sin titubeos Dianelys.
Bien saben ella y el resto de las integrantes del proyecto cuánto esfuerzo significa posicionarse en el mundo de la creación. Pasado el agotamiento de los muchos días a los pies de la pared que perdió la frialdad para dialogar constantemente con quienes cruzan frente al umbral de la Ernesto Lecuona, ya sueñan con otras propuestas.
Ojalá y se materialicen. Pudieran estas tres jóvenes impulsar un movimiento entre los menos experimentados para devolverle a Sancti Spíritus el espíritu creativo de erigir obras visuales en paredes, muros o pantallas. De esa forma, no perdería el título bien ganado hace un tiempo de Ciudad de los Murales. Después de lo ocurrido con el que no cumplió con su propio nombre: Resistencia, ubicado en Carretera Central, el cual se vino abajo casi sin terminar, surge ahora este desde la inspiración auténtica yayabera.
“Sería muy beneficioso que la nueva generación sea la que incursione en esa modalidad, siempre con el asesoramiento de Codema y el Consejo Provincial de las Artes Plásticas, instituciones que nunca se niegan al acompañamiento”, reconoce finalmente Ángel Luis Alfaro.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.