Para Cuba, los primeros de mayo simbolizan el fulgor y la resistencia de un pueblo trabajador que colma las calles en defensa de su bandera. Un primero de mayo es de y para un pueblo que se forja entre las vicisitudes, pero que sabe bien que desfilar en esa fecha es un sello de combate.
Este año será igual. Asistirán mujeres, hombres, jóvenes, estudiantes, personas jubiladas, combatientes de la Revolución, obreros, intelectuales, científicos, para ratificar la firme convicción de que la unidad del pueblo y la voluntad de perfeccionar la obra común serán siempre garantía de victoria. Así lo dijo el miembro del Buró Político Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, en conferencia de prensa.
En la Plaza de la Revolución José Martí, donde el Comandante en Jefe Fidel Castro pronunció el concepto de revolución hace 25 años, se continuará exigiendo el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, la exclusión de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, además de rechazar, una vez más, el genocidio del Gobierno israelí contra el pueblo palestino.
Asistirán unos 740 delegados internacionales que, junto al pueblo cubano, enarbolarán las banderas de la solidaridad.
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