El saldo de víctimas del fuerte terremoto que golpeó a Birmania el viernes es hasta ahora de 1 002 muertos, 2 400 heridos y decenas de desaparecidos, según un nuevo balance emitido este sábado por las autoridades de esa nación del sudeste asiático.
En el comunicado se señaló que que los números podrían aumentar y que “aún se están recopilando cifras detalladas”.
El Servicio Geológico de EE.UU. informó el viernes de un terremoto de magnitud 7.7 registrado sobre las 06.20 GMT a unos 16 kilómetros al noroeste de la ciudad de Sagaing, en el centro de Birmania, con epicentro a 10 kilómetros de profundidad.
Doce minutos después, se registró una réplica de magnitud 6.4 a unos 18 kilómetros al sur de Sagaing.
Las autoridades de Birmania declararon el estado de emergencia en las regiones afectadas por el terremoto y solicitaron asistencia internacional.
La ONU aprobó destinar cinco millones de dólares para apoyar el trabajo humanitario en el país tras el sismo y urgió a que se realicen donativos.
Los temblores se sintieron en cinco países vecinos, incluido Tailandia, que reportó 10 muertos, 16 heridos y 101 desaparecidos.
El potente terremoto derribó edificios y destrozó infraestructura, incluidos puentes y carreteras, en una amplia zona, incluido un rascacielos en construcción en la vecina Tailandia.
Gran parte de la destrucción se produjo en Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania, ubicada a solo 17 km del epicentro del sismo de magnitud 7.7 que se produjo al mediodía del viernes y al que siguieron una fuerte réplica (magnitud 6.4) y muchas otras de menor intensidad.
Mandalay, con una población de alrededor de 1.5 millones de habitantes, es la antigua capital real de esa nación.
“Todos salimos corriendo de casa cuando todo empezó a temblar. Vi cómo se derrumbaba un edificio de cinco plantas delante de mis ojos. Todo el mundo en mi ciudad está en la calle y nadie se atreve a volver al interior de los edificios”, contó a Reuters un residente de Mandalay.
Un trabajador de rescate de Amarapura, una antigua ciudad y ahora municipio de Mandalay, dijo que se habían recuperado los cuerpos de 30 personas en bloques de apartamentos de varios pisos derrumbados.
“Nunca había vivido algo así: nuestro pueblo parece una ciudad derrumbada”, dijo, estimando que alrededor de una quinta parte de los edificios han quedado destruidos.
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