El miembro de mayor rango del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos, Ron Wayden, demócrata de Oregón, presentó este 17 de enero un proyecto de ley para levantar el bloqueo a Cuba.
Wyden introdujo la Ley de Comercio Estados Unidos-Cuba de 2025 “para derogar las sanciones obsoletas contra Cuba y establecer relaciones comerciales normales con la nación isleña”, expresó en un comunicado.
“Intentar aislar a Cuba es una estrategia fallida y obsoleta que castiga al pueblo cubano y cierra la influencia y la inversión estadounidenses que podrían beneficiar tanto a los agricultores y ganaderos estadounidenses como a las pequeñas empresas cubanas”, dijo el legislador, quien fue presidente del Comité de Finanzas.
La iniciativa, copatrocinada por el también senador por Oregón Jeff Merkley, tendría que transitar por un camino demasiado tortuoso para que pueda avanzar en la Cámara Alta, controlada por los republicanos.
Pero la propuesta muestra el interés de miembros del Congreso en lograr una normalización de las relaciones con el vecino país y un cambio en la política hacia Cuba.
En febrero de 2021, Wayden también introdujo un proyecto de ley similar y dijo entonces en un comunicado que “continuar con ese mecanismo de la década de los ‘60 del siglo pasado sería un fracaso”.
Agregó a su vez que el Congreso estadounidense tenía la obligación de mejorar las relaciones entre ambos países lo más rápido posible.
La primera administración de Donald Trump (2017-2021) aumentó las “tensiones con Cuba durante su desastroso período en el cargo, pero soy optimista sobre el nuevo curso diplomático del presidente Joe Biden, señaló en aquel momento Wyden, quien es jefe del Comité de Finanzas del Senado.
Anteriormente, en 2017, Wyden presentó otro proyecto de ley para la eliminación del cerco unilateral impuesto a Cuba hace más de 60 años y tampoco pudo prosperar.
Desde el inicio de su primer mandato, en enero de 2017, Trump comenzó a implementar contra Cuba medidas sin precedentes, las cuales sobresalieron por su hostil sistematicidad y superaron la cifra de 240.
Cuando Biden asumió el cargo cuatro años atrás prometió revisar la política de Estados Unidos hacia Cuba, y “tomar su propio rumbo”.
Sin embargo, el demócrata se mantuvo en línea con la política de su predecesor y el pasado 14 de enero, a seis días de abandonar la Casa Blanca, anunció un grupo de medidas -aunque tardías e insuficientes- en la dirección correcta.
Biden retiró a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo (un acto de elemental justicia); la exención para el Título III de la Ley Helms-Burton, también conocida como Ley Libertad, por un período de seis meses; y rescindió el Memorándum Presidencial de Seguridad Nacional 5 de 2017 para eliminar la llamada ‘lista restringida’.
La decisión del presidente saliente sobre la exclusión de Cuba de la unilateral lista honra la “sabiduría y los consejos que le han proporcionado muchos líderes mundiales, especialmente en América Latina, que lo animaron a tomar estas medidas”, según una declaración de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
La Ley de Comercio entre Estados Unidos y Cuba derogaría los principales estatutos que codifican las sanciones contra Cuba, incluidas la Ley Helms-Burton y la Ley de Democracia Cubana, así como otras disposiciones que afectan el comercio, la inversión y los viajes a Cuba; además, establecería relaciones comerciales normales con el país.
De acuerdo con una conclusión en 2016 de la Comisión de Comercio Internacional, aliviar las restricciones al comercio y los negocios con Cuba podría aumentar las exportaciones estadounidenses en mil 400 millones de dólares anuales en los próximos cinco años.
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