Sigo siendo enfermera de corazón

Aunque ahora asume otra responsabilidad, Miosotis Rochela Ortega atesora una rica trayectoria profesional como enfermera

«La misión en Haití me formó mucho más como persona y como profesional», asegura Miosotis Rochela Ortega. (Fotos: Cortesía de la entrevistada/Escambray)

Ya sabía que era una mujer reacia a la publicidad y, efectivamente, lo demostró al decirme sin remilgos: “No me gusta hablar sobre mi persona, solo cumplo con la tarea que me asignen y trato de hacerlo lo mejor posible; pero, ante tanta insistencia, vamos a dialogar”.

La conversación fluye con total modestia y sinceridad. Miosotis Rochela Ortega atesora una rica historia como licenciada en Enfermería, dentro y fuera de Cuba. Agradece infinitamente a la Revolución lo que ha logrado desde el punto de vista profesional, a pesar de ser una guajirita de Yaguajay.

LA ENFERMERA DE NARCISA

Ella jamás imaginó que aquella niña criada en el batey del Central Narcisa en una casa de guano, tabla de palma y piso de tierra, llegara a convertirse en una profesional del sector de la Salud.

“Allí en ese batey, que amo muchísimo, cursé mis estudios primarios y la Secundaria Básica. Luego, por problemas familiares de mis padres, los dos primeros años del pre los pasé en Villa Clara y el último en el IPUEC Mártires de Yaguajay, de Centeno”.

Pero, por esas cosas que impone la vida, otra vez se presentaron dificultades familiares y Miosotis retornó a tierras villaclareñas, donde cursó la carrera de técnico de nivel medio en Enfermería y se graduó en 1992.

Con el tiempo esta mujer esbelta y de mirada profunda volvió a su terruño y laboró como enfermera supervisora en la sala de Pediatría del Hospital Joaquín Paneca, de Yaguajay; pero todo no quedó allí.

Recuerda con satisfacción la ardua labor que desarrolló durante la pandemia de la Covid.

LOMA ARRIBA Y LOMA ABAJO EN LAS LLANADAS

Ella no concibe en su vocabulario el no cuando se trata de emprender cualquier misión.

“Fui convocada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias para integrar un contingente del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) en la comunidad yaguajayense de Las Llanadas y hacia allí partí como enfermera de los servicios médicos durante tres años.

“Fue una época muy fuerte, en pleno período especial y con apenas 21 años subía hasta esa comunidad en bicicleta, eran 18 kilómetros de distancia y con 18 lomas, en las que a veces tenía que bajarme y seguir con ella de mano, y por la noche bajábamos igual”.

Quizás por ese ajetreo vivido en la flor de su juventud, trepando sobre camiones, pedaleando loma arriba y loma abajo por los parajes de Las Llanadas, perdió dos embarazos; fue necesario operarla del interior y no pudo tener hijos.

“Hoy no los tengo, pero cuento con sobrinos, amigos, hijos de los amigos que también son los míos, por eso digo que quedé para ayudar a las personas y atenderlas desde mi profesión”.

Su pasión por la Enfermería y sus ansias de superación se pusieron de manifiesto cuando, una vez de regreso a tierras espirituanas, se sumó al colectivo del Hogar de Ancianos Provincial Ever Riverol, donde llegó a desempeñarse como jefa de los servicios de Enfermería, y emprendió entonces la licenciatura hasta que logró graduarse con título de oro.

“Siempre tenía como meta alcanzar esa categoría, porque cuando aquello los graduados de esa manera recibían el título en La Habana de manos de nuestro Comandante en Jefe y yo quería vivir ese momento, pero no fue posible debido a un evento meteorológico; no obstante, me lo entregaron luego aquí en Sancti Spíritus”.

Miosotis Rochela Ortega formó parte de las primeras 13 especialistas en Enfermería Comunitaria de la provincia y más tarde logró la categoría de primer grado, hasta alcanzar también la maestría en Medicina Bioenergética.

MISIÓN ENTRE HAITIANOS

El 2014 la prestación de servicios de Miosotis trascendió las fronteras cubanas al ser llamada para cumplir misión en Haití. Allí, a los seis meses, fue nombrada directora de un hospital rural en la comunidad de Gran Ribera del Norte y al año comenzó a desempeñarse en la jefatura del departamento de Cabo Haitiano; entonces atendía tres hospitales y siete policlínicos.

“Asumimos innumerables situaciones de contingencia, como ciclones y terremotos. Recuerdo que me marcó mucho el enfrentamiento al brote del cólera en esa nación, recorríamos kilómetros y kilómetros con mínimas raciones de alimentos y agua, eran jornadas agotadoras, pero nunca estábamos tristes, ni disgustados, siempre con aquello de que íbamos a salvar vidas, sobre todo de niños pequeños.

“Un día, una paciente no tenía dinero para la donación de sangre que requería su operación y donamos la nuestra, brazo a brazo, para salvar a la madre y al bebé”.

ME GUSTA TRABAJAR CON EL ADULTO MAYOR

Entre las tantas responsabilidades que ha desempeñado a lo largo de su vida, hay una que la ha marcado para siempre: directora del Hogar de Ancianos Municipal de Sancti Spíritus.

“Esa fue una época muy bonita, el hecho de estar entre adultos mayores me da una satisfacción inmensa. Asumí esa responsabilidad durante los últimos cinco años de los 23 que permanecí en ese centro.

“No hay cosa más gratificante que trabajar con los ancianos, pues los trabajadores de este tipo de centros son sus familiares, amigos. Ha pasado el tiempo y, a pesar de que ya no estoy de manera permanente entre ellos, cuando me ven me recuerdan”.

Esta mujer reconoce tener un carácter fuerte, ser un poco impulsiva, temperamental, autocrítica, pero “en esa Miosotis está una persona extremadamente humana, sensible, me gusta dar ayuda todos los días a cualquier ser humano. Me considero amiga de los amigos, enemiga de lo mal hecho, de lo mediocre, de la chapucería.

“Aunque ahora me desempeño como presidenta del Consejo Electoral Municipal de Sancti Spíritus, sigo siendo enfermera de corazón donde me necesiten, sigo inyectando y tomando la presión arterial en mi barrio y a todas las personas que requieran de mis servicios, los ayudaré. No soy amante de las cosas materiales, lo importante es servir. Mi cofia la llevo en el alma, por eso el día que se decida que debo regresar al sector de la Salud, seguiré siendo enfermera, y del adulto mayor”.

Reidel Gallo Rodríguez

Texto de Reidel Gallo Rodríguez
Reportero de Escambray

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