La más reciente reunión en Panamá entre el ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, y el terrorista de origen cubano Orlando Gutiérrez-Boronat fue catalogada este lunes como torpeza política del Gobierno.
Un artículo en la revista digital de análisis El Periódico de Panamá recuerda que Gutiérrez-Boronat mantiene vínculos de trabajo y personales con extremistas y organizaciones que se vinculan a la realización de hechos violentos contra Cuba.
Entre esos personajes, según el medio de comunicación, se encuentran Ramón Saul Sánchez Rizo y Santiago Álvarez Fernández Magriñá, con quienes comparte espacios públicos y encuentros para planificar acciones desestabilizadoras contra La Habana.
La organización “Asamblea de la Resistencia Cubana”, de la cual Gutiérrez-Boronat es su vocero, está conformada por grupos con antecedentes terroristas tales como Alpha 66, Brigada 2506, Junta Patriótica, 30 de noviembre, entre otros, agrega el informativo.
Este personaje estuvo vinculado también al terrorista Luis Posada Carriles, activista internacional y exagente de la CIA de origen cubano, naturalizado venezolano.
Posada Carriles, añade, fue condenado en Panamá por terrorismo junto a Pedro Crispín Remón, Guillermo Novo Sampol y Gaspar Jiménez, quienes intentaron volar el Paraninfo universitario, con más de cuatro mil personas en su interior.
La publicación también recuerda que estos terroristas fueron los autores intelectuales y materiales del atentado contra el vuelo de Cubana de Aviación en 1976, frente a las costas de Barbados, que dejó 73 personas fallecidas
Además le señalan su participación en acciones provocadoras contra delegaciones cubanas en eventos a nivel de jefes de Estado, en manifestaciones frente a las embajadas de Cuba en Panamá́ y Washington en 2015 y 2017, respectivamente, provocando incidentes violentos contra los diplomáticos.
La noticia de la cita con Orillac, precisa El Periódico de Panamá, que ha pasado escondida entre bastidores, es una nueva demostración de la torpeza política del gobierno panameño, especialmente de ese funcionario y también de la Cancillería.
Panamá no debe inmiscuirse en los asuntos internos de otros Estados y menos dejarse empujar con ligereza, tras una agenda cargada de odio y acciones terroristas contra la isla en momentos que, requerimos de la solidaridad internacional para enfrentar las serias amenazas contra nuestra soberanía y la titularidad del Canal de Panamá, remarca la nota.
El rotativo indica además que el Ejecutivo istmeño no puede ser utilizado por intereses que están en la Florida, Miami, por lo tanto debe mantenerse alejado de agendas particulares y de acciones de terror, que son rechazadas por las mayorías.
Cuba siempre ha sido un aliado en defensa de la soberanía nacional y actor de peso en la región y en la comunidad internacional, subraya el texto y agrega que así lo demuestra cada año en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde logran apabullar a Estados Unidos contra el bloqueo cruel que se le impone por más de 60 años.
En ese sentido, invoca al Gobierno panameño que ante un pueblo solidario «no caiga en la trampa de mercenarios que viven a la sombra del Imperio y que durante sus vidas se dedican a sembrar odio, terror y destrucción contra sus propios hermanos».
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