Lo que era un secreto a voces se confirmó: Eriel Sánchez León regresa como timonel de los Gallos, dos años después de entrar en pausa la dirección que dejó como “prestada” a Lázaro Martínez.
No concuerda con el término porque le parece “irrespetuoso”. Y aclara: “Como ya dije, en el momento de irme tenía problemas personales y no podía seguir dirigiendo. Pensé que en nuestra dirección cualquiera estaba capacitado para asumir y decidí por Lázaro Martínez, por su experiencia y lo demostró, se vieron resultados, mis respetos para él”.
Lo cierto es que Eriel nunca se fue del todo. “Cuanto hago en mi vida respira béisbol. Aunque no estuve al frente de los Gallos, estuve dentro; no impartiendo conocimiento, ni tomando decisiones, pero sí sufriendo en mi casa o viendo lo que sucedía cuando venía al estadio y sintiéndolo más que si estuviese allí. Trabajé en la Academia, en las series provinciales, iba al terreno donde estaban otras categorías”.
Viene en su segunda temporada sin pensar en aquello de que segundas partes nunca fueron buenas. “Siempre trabajo como si fuera la primera vez, voy a hacer las cosas como si fuera un novato en la tarea. Tengo un poco más de experiencia; desde fuera se ven otras cosas que dentro se le escapan a uno de vez en cuando. No me preocupa lo de las segundas partes. Hemos visto películas muy buenas cuyas segundas partes son mejores que las primeras”.
No encuentra los mismos jugadores que dejó y llevó hasta la medalla de bronce. “Vengo con los mismos Gallos con que empecé. Cuando comencé a dirigir el Sub-23 aquí lo hice con muchachos jóvenes, con figuras como Cepeda, Mendoza y otros, pero con un equipo a hacer, y ahora vengo igual, con el reto de volver a conformar un elenco a mi forma. Los directores que me antecedieron tuvieron su papel, pero empezaré un trabajo mío y de mi dirección”.
¿Qué queda de Eriel de hace dos años?
“Aprendí cosas del trato y la forma de llevar alguna situación indebida en el terreno. Eso queda”.
¿Qué no hay de él?
“La parte en la que, quizás por inmadurez, tuve algún que otro percance, pero sí van a ver a ese Eriel que exige. Siempre le digo a los muchachos: el día tiene 24 horas y las 20 que no están en el terreno son de ellos. Deben tener disciplina, comportamiento de un ciudadano normal en un hotel, en la calle, donde tienen que representarse como peloteros; pero cuando entren al terreno, esas cuatro horas son mías y de la dirección y se hace lo que queremos que se haga”.
¿Viene un director más calmado?
“A Eriel es muy difícil cambiarlo, como sucede con las demás personas. Sigo teniendo sangre en las venas y ese impulso, pero te hablo de tratar de tomar las cosas con más medida o tomarlas con la misma medida, pero con un enfoque más bonito y transmitirles a los muchachos el mismo mensaje”.
Encuentra las mismas deudas: escasez de bateadores largos. Por eso adelanta que viene “con la mentalidad de jugar béisbol y de fabricar carreras, de aprovechar cada situación que nos dé el contrario, de poner la velocidad en función de la ofensiva, de jugar lo más perfecto posible a la defensa, de pitchear cuando se tiene que pitchear y lo que se tiene que pitchear. O sea, tratar de hacer las cosas lo más cerca posible de lo perfecto, aprovechar la eficiencia en cada uno de los parámetros del juego”.
Y adelanta innovaciones: “Para algunos puede parecer descabellado, pero estoy pensando en un Frederich Cepeda como segundo bate. Veremos si en los entrenamientos puedo lograr lo que quiero. Lo que busco es que ese mejor pelotero tenga más posibilidades a la ofensiva, que me produzca, esté en base. Y que los demás suplan la responsabilidad de taparlo, impulsarlo. No podemos quedarnos en el tiempo, hay que generar transformaciones, no tener miedo y demostrar que se pueden hacer cosas para mejorar el resultado”.

Tiene en la defensa una de las deudas, tras el desastre de la campaña pasada. “La defensa se mejora trabajando. Por eso trabajaremos en las deficiencias que ya tengo anotadas y otras que recoja de la dirección anterior. Me gusta estar en el terreno y trataré de que se accione en la ofensiva con un tiempo de práctica prolongado, la defensa en el tiempo que haga falta y si hay que hacer dobles sesiones con una intensidad que los muchachos puedan asimilarla, lo haremos”.
¿Optarías por importados?
Estoy abierto a todo el que quiera venir a jugar, pero que tenga calidad y no dañe el futuro de la provincia, debe estar capacitado para ser regular y no esté en el banco igual que mi pelotero.
Los atletas y la dirección anterior se quejaron de falta de atención…
Estoy consciente. Abogaré por que se dé la mejor atención o ayuda de la dirección del Inder, del Gobierno y del Partido. Cualquier atención es bienvenida como lo están haciendo en la Liga Élite con nuestros muchachos en Ciego de Ávila; pero si no nos la dan, quiero hacerles entender de que hay que jugar por y para nosotros. Tampoco tenemos que llenarnos de compromisos: no te doy para que tú me des. Vamos a jugar para darle un espectáculo a Sancti Spíritus, demostrar que hay un equipo jugando béisbol y derrochando garra por un resultado, no porque le den algo.
Muchos Gallos en la Liga Élite, ¿relleno o mérito propio?
Relleno no. Cuando haces una Liga Élite y quieres reforzar, subir el nivel, tienes que rellenar, 40 peloteros de la misma calidad no los tiene ningún equipo. Digo que es mérito propio. Si en un momento dado hay un nombre que mandan a buscar es porque se le quedó grabado a quienes piden de esas provincias, y por algo fue. Es una satisfacción que tengamos gran parte de nuestro equipo ahí porque se mantienen jugando.
¿Con qué sueños vuelve Eriel?
Con el de conformar un equipo aguerrido, disciplinado y que quiera jugar béisbol. No tengo miedo a los retos: vengo por la clasificación.
¿Se esfumó el sueño de dirigir el Cuba?
No, para nada. Como siempre soñé conformar el equipo Cuba, como atleta, lo estoy soñando también como director. Es el regalo, la satisfacción del entrenador de que se vea su trabajo. Quisiera que en un momento determinado se me tuviera en cuenta. Muchos me comentan de mis posibilidades y sería satisfactorio para mí y para la provincia. Sí quiero detenerme en algo: cualquiera que sea, el país debe enfocarse en trabajar con la reserva de cuadros. Si, por ejemplo, Urquiola, que para nadie es un secreto, tiene potencialidades, va a dirigir, ¿cuántos jóvenes podemos trabajar a su lado y cuando ya él no esté, uno está encaminado y hay un trabajo casi hecho. Tengo fe en que personas como Michael, Michel Enrique, Dany Miranda, Alain, Eriel, pueden estar también conformando direcciones del Cuba.
Muchos éxitos para ti Eriel, eres junto con Cepeda, Mendoza y creo que muy pocos otros de los que siempre han luchado por este equipo y de lo que brilló más después de que SS una vez ganará una serie nacional años 1977-78, la competencia requiere la exigencia, la entrega, la dedicación, estudio, sacrificio como estamos seguros que quieres que se haga, y hablar siempre con los muchachos la verdad sin tratar de que se molesten, hacerlos entender, pero lo malo o lo incorrecto hay que decirlo, cada persona tiene su carácter pero siempre es bueno que consideres otros directores que han pasado por otros equipos Cuba como ha sido su trabajo y estrategia.
A nuestro beisbol le hacen falta buenos directivos también para poder ser competitivo a nivel internacional, sigo sin entender porque no se retransmiten juegos de las grandes ligas u otra liga profesional en la TV cubana, la manera de dirigir y desarrollar un juego en el beisbol profesional es una clase magistral para deportistas y directivos, también para la afición. Viendo buen beisbol se aprende.