Con una modesta dotación de equipos y las mañas aprendidas en años de fogueo, los pilotos espirituanos lo mismo sobrevuelan los arrozales de Sur del Jíbaro que las montañas de Mayarí o la cayería del norte avileño»
Con una modesta dotación de equipos y las mañas aprendidas en años de fogueo, los pilotos espirituanos lo mismo sobrevuelan los arrozales de Sur del Jíbaro que las montañas de Mayarí o la cayería del norte avileño»