De zafra en zafra, el pueblo se endulza con el aroma del azúcar que brota del central. Mientras, la gente de Tuinucú prosigue su andar cotidiano; crea, sueña y construye»
De zafra en zafra, el pueblo se endulza con el aroma del azúcar que brota del central. Mientras, la gente de Tuinucú prosigue su andar cotidiano; crea, sueña y construye»